El certificado energético para poder vender o alquilar una propiedad es obligatorio desde el 1 de Junio 2013. Aprobado por el Real Decreto 235/2013 de 5 de Abril.
Este certificado energético es un documento que avala la calificación energética de la propiedad, donde se describirá lo eficaz que es nuestra vivienda en lo relativo al consumo de energía.
El certificado marca el nivel de eficiencia energética de una propiedad, a partir de información objetiva sobre sus características energéticas, tiene en cuenta el consumo de energía, calculado o medido, que se estima necesario para satisfacer la demanda energética de la propiedad en unas condiciones normales de funcionamiento y ocupación, que incluye la energía consumida en: Calefacción, refrigeración, ventilación, producción de agua caliente sanitaria (ACS) e iluminación.
Existen diferentes niveles de calificación, representados a través de letras que van de la A (mayor eficiencia) a la G (menos eficiencia).
Una vez emitido el certificado de eficiencia energética tendrá un periodo de validez de 10 años, tras los cuales habrá que renovarlo para que refleje las posibles obras de mejora que se hayan hecho en el edificio o vivienda.
¿Afecta a todos los edificios? No, se excluyen los edificios protegidos, los religiosos, los que se usen menos de 4 meses al año, los edificios aislados con una superficie inferior a 50 m2, los que se compren para reformas importantes o derribos, los industriales, los agrícolas…
Personas especializadas que pueden emitirlo: ingenieros, arquitectos y aparejadores.